Es una técnica nacida en Francia a través de una profesional en rehabilitación física llamada Therese Bertherat. Comienza con estudios de Fisioterapia, pero se decepciona por la manera en cómo se estudiaba al cuerpo músculo por músculo, hueso por hueso, pero jamás en conjunto. Ella lleva a la práctica una visión de conjunto, considera al cuerpo como una totalidad donde cada elemento depende del otro. A través de movimientos suaves pero de acción profunda, la persona va habitándose poco a poco, conectando con esas tensiones crónicas que nos llevan a sentimientos, emociones y sensaciones, para liberarlas, obteniendo una mejoría muy notoria tanto en agilidad, como en la postura y en la salud.
«¿Quién soy? ¿Cómo es mi cuerpo? ¿Qué hay en mi cabeza? ¿Por qué algunos días me siento tan mal dentro de mi propia piel? Ése es el tipo de preguntas que todo el mundo acaba planteándose un día u otro, sobre todo cuando el cuerpo en cuestión empieza a protestar y nos sugiere que también a él, como a nosotros, le gustaría ser de otra manera» Thérèse Bertherat.
Esta técnica puede llevarla a cabo personas de cualquier edad.
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